martes, 28 de julio de 2009

Entrada austera, sentimientos austeros

La palabra asuteridad se relaciona siempre con ahorro. Error. Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, está palabra denota: "Sobriedad, ausencia de adornos". Yo recuerdo que mi mamá decía que en las familias siempre llegaba una época de austeridad - ese momento de recortar gastos y evitar antojos - y en la mía no hubo excepción. Manejé el tema con mucha ignorancia hasta cumplir los 11 años, en adelante la llegada de esas etapas eran sinónimo de crisis personal. Sin embargo, esas austeridades económicas son fáciles de superar. En realidad se olvidan, sobretodo cuando el dinero lo maneja uno mismo y es el único sustento. Pero ahora entra un nuevo uso de la austeridad, justo en este momento en que tenía tanto para dar, mis sentimientos se han vuelto austeros.
Todo comenzó por esa necesidad de querer o de una forma egoísta de buscar que me quisieran. Lo que no calculé fue lo deliberadas que pueden ser las emociones cuando se les da un permiso permanente de libertad. Ellas sólas se empecinaron en darse brillo, colores radiantes y olores placenteros, eran extravagantes y enamoraban con mucha facilidad; eso hasta que se creyeron engañadas, ahí el sentimiento se opacó, se quitó los adornos y sí, se volvió austero.
Tengo un afán por recuperar su vivacidad, por no razonar el dolor y por volver al básico principio de que la austeridad es no poder gastar tanto dinero en los antojos de la infancia.

Oleo

¿Qué buscas?
¿Acaso ese ser que encarne tu definición de belleza?, ¿Que seduzca con ritos desenfrenados, prohibidos en la realidad?, ¿Que te tome de la mano y te lleve hacia el camino del infinito?, ¿Que en sus ojos no se vea mas que la pureza de su alma?, ¿Que al juntar tus labios a los suyos, pruebes esa miel prometida en el más profundo de los sueños?
En tu codiciada búsqueda olvidas lo simple, quieres todo lo que no te puedo dar; pero ese ser que buscas no podrá darte lo que yo...
...Sigue buscando que yo esperaré hasta que otro poeta escriba mi pincel.