viernes, 8 de mayo de 2015

Al pan, pan.

Estar lejos de casa, y hablo propiamente de no habitar en la ciudad donde fuiste levantado y hecho humano, hace de la nostalgia un estado permanente de ánimo. Algunas veces con una intensidad moderada y otras con profunda depresión. Lo importante es sacarle provecho a eso, por lo que estando en la fría y congestionada Bogotá, visualicé un nuevo proyecto: La plazoleta de panaderías.

Si bien, de las cosas que más extraño de mi amada Cali, es esa brisa de las cinco de la tarde, el conflicto que se vive a nivel gastronómico, no es cualquier cosa. La panadería caleña es en algunas ocasiones burda y poco gourmet, pero nunca fea. Hemos establecido claramente lo que debe ser salado, dulce o mixto, sin alterar el orden universal de los cánones panaderísticos. Eso se añora y recuerda permanentemente cuando al pegarle un mordisco a un "pandebono", se le riega un pedazo de guayaba (bocadillo); intruso que como tal, no debe estar en ese interior.

Pues bien, cada panadería en Cali, tiene productos que encantan y yo quiero darle la oportunidad a la gente de encontrarlas todas en un mismo lugar e incluso atreverse a mezclarlas. Personalmente, me tomaría una avena de "La casa del pandeyuca" con un pan danés de "El Molino" y seguramente hay por ahí más personas que harían cosas similares.

Por eso quiero pedirles ayuda en este proyecto. Necesito sus recomendaciones de panaderías que deban estar en la plazoleta y por cuál producto merecen un puesto ahí. Prometo que si la cosa funciona, saco el proyecto adelante.

La idea es montarla en una terraza, para que a las cinco de la tarde cuando empiecen a soplar las montañas, tengamos un "happy hour". Tengo el arquitecto, equipo de mercadeo, abogados (siempre sirven pa algo), decoradora de interiores, diseñador, publicistas y comensales.

Tampoco tengo el nombre, así que si se les ocurre algo, bienvenido es.